Las revoluciones de Francisco
El papa Francisco en la audiencia general.| Efe
- Su cercanía con la gente trae de cabeza a los servicios de seguridad
Hoy se cumple justo un mes de la elección como Papa de
un jesuita argentino de 76 años que comenzó a romper m
Hoy se cumple justo un mes de la elección como Papa de
un jesuita argentino
de 76 años que comenzó a romper moldes desde el mismo instante en que,
vestido con una simple sotana blanca y un crucifijo plateado sobre el
pecho, se asomó al balcón central de la Basílica de San Pedro y anunció
al mundo que quería llamarse Francisco, como san Francisco de Asís, el
santo de los pobres.
Desde entonces el Papa llegado "del fin del mundo" no sólo se ha
metido en el bolsillo a la mayoría de la gente (las encuestas señalan
que al 92% de los italianos les gusta) sino que ya está llevando a cabo
una pequeña revolución que
hace presagiar que el suyo será un pontificado de fuerte cariz reformador y purificador. Estas son algunas de las innovaciones llevadas a cabo por Francisco en su primer mes como Papa.
1. El Papa de los pobres: En varias ocasiones
Francisco ha dejado ya claro que le gustaría ser el Papa "especialmente
de los pobres" y que quiere una Iglesia "pobre y para los pobres". Y
está actuando en coherencia, rehuyendo ostentación.
2. No al apartamento pontificio: Francisco
se niega a vivir
en el lujoso y amplio apartamento pontificio en el que desde 1903 han
residido todos los pontífices. Dice que es demasiado grande para él y,
sobre todo, que ahí se sentiría aislado. Sigue viviendo en Santa Marta,
la residencia para eclesiásticos dentro del Vaticano en la que se
alojaron los cardenales durante el cónclave y donde paran muchos obispos
y monseñores a su paso por Roma.
3. Almuerza en el comedor común: El Papa come en el
mismo comedor de la residencia Santa Marta en el que lo hacen los
religiosos que se hospedan en el mismo a su paso por Roma. Hace unos
días, de hecho, salió a relucir una foto en el que se le veía sentado a
una mesa mientras almorzaba. La foto la hizo con su teléfono móvil
monseñor Franco Agnesi que, como hacen muchos de los eclesiásticos que
pasan por Santa Marta y ven al Papa, no se pudo resistir a retratar al
pontífice en la normalidad de su vida diaria. La diferencia es que él
colgó la foto en su cuenta de Facebook.
4. Misas abiertas al público: Los Papas siempre han
comenzado el día con una misa, que celebraban en su capilla privada y a
la que asistía sólo un puñado de privilegiados. Francisco oficia misa en
la capilla de la residencia Santa Marta y la misma está abierta a
cualquier empleado del Vaticano que desee ir. Concluida la ceremonia,
suele saludar uno por uno a los asistentes y a veces se sienta con ellos
en los bancos a hablar.
5. Obispo de Roma, no Papa: Francisco no sólo se ha
empeñado en ser llamado Francisco a secas, rechazando el pomposo
Francisco I. Además insiste en que es obispo de Roma más que Papa. Esa
actitud de humildad ha hecho que un patriarca de Constantinopla, el
actual Bartolomeo I, acudiera a la misa de inicio de su pontificado por
primera vez desde 1054, cuando la iglesia ortodoxa se separó de la
católica.
6. Lavatorio de pies a presos juveniles (incluidas mujeres y musulmanas): El pasado Jueves Santo Francisco se convirtió en el primer Papa que cumplía con el rito del lavatorio de pies en
un centro de detención de menores.
Pero no sólo lavó los pies de los jóvenes presos sino que, además,
entre ellos había dos mujeres. Una de ellas, musulmana. Un gesto que ha
sentado mal a los tradicionalistas.
7. No se sienta en el trono: Desde el primer momento Francisco ha rechazado sentarse en el trono resevado a los Papas.
8. No lleva el crucifijo y el anillo de oro Se niega
a ponerse sobre el pecho la cruz de oro característica de los Papas.
Lleva colgada del cuello la misma cruz de metal que lucía antes de
convertirse en pontifice. Además, el anillo de pescador que ha elegido
es de plata bañada en oro y aún así, siempre lleva el anillo de plata
que llevaba en sus tiempos de arzobispo de Buenos Aires.
Los zapatos del Papa.| Reuters
9. Sus gastados zapatos negros: lleva unos
normalísimos zapatos negros, en lugar de los lujosos zapatos de fina
piel roja realizados a medida que calzaba su precedesor en sus
apariciones públicas y que había recuperado del antiguo ropero papal.
10. Gesticula, besa, abraza, toca: Francisco hace
gala de una gestualidad y de una corporeidad poco habituales en un Papa.
Toca con natualidad a la gente con la que se relaciona, la abraza, la
besa. Ha rechazado el papamóvil y se mueve entre la plaza de San Pedro
en un jeep abierto. Además, se baja muchas veces del vehículo para
saludar a la gente (sobre todo a los enfermos y a los discapacitados).
Trae de cabeza a los servicios de seguridad del Vaticano.
11. Sin terciopelo ni armiño: Francisco no se ha
puesto en ningún momento sobre los hombros la muceta de terciopelo rojo
rematada con armiño blanco que los sastres de Gammarelli habían preprado
para el nuevo Papa.
12. Lenguaje claro, directo y desde el corazón:
Benedicto XVI era el Papa de la razón. Las homilías e intervenciones de
Francisco probablemente adolecen del espesor intelectual y teológico de
las de su predecesor. Pero, a cambio, son directas y accesibles y con
frecuencia consiguen emocionar. A Francisco le gusta improvisar, citar a
su abuela como experta en teología y en ocasiones intercala bromas y
chistes. "Habéis trabajado, ¿eh?", le soltó por ejemplo a los
periodistas en el encuentro que mantuvo con ellos justo después del
cónclave.
13. Respeto hacia los ateos: Francisco está dando
muestras de enorme respeto hacía los ateos. Durante el encuentro que
celebró con los 5.300 periodistas que cubrieron el cónclave en el que
salió elegido Papa les ofreció una bendición silenciosa para no ofender a
los no creyentes ni a los que practican otras religiones.