martes, 22 de febrero de 2011

SAN AGUSTÍN

BUSCAR A DIOS

No le reces a Dios mirando al cielo, mira hacia adentro

No busques a Dios lejos de ti, sino en ti mismo...
No le pidas a Dios lo que te falta: ¡búscalo tú mismo!, y Dios lo buscará contigo, porque ya te lo dio como promesa y como meta para que tú lo alcances...
No reproches a Dios por tu desgracia; ¡súfrela con Él! y Él sufrirá contigo; y si hay dos para un dolor, se sufre menos...
No le exijas a Dios que te gobierne a golpe de milagros desde afuera; ¡gobiérnate tú mismo! con responsable libertad, amando, y Dios te estará guiando ¡desde adentro y sin que sepas cómo!..
No le pidas a Dios que te responda cuando le hablas; ¡respóndele tú!, porque Él te habló primero; y si quieres seguir oyendo lo que falta escucha lo que ya te dijo...
No le pidas a Dios que te libere, desconociendo la libertad que ya te dio. ¡Anímate a vivir tu libertad! y sabrás que sólo fue posible porque tu Dios te quiere libre...

No le pidas a Dios que te ame, mientras tengas miedo de amar y de saberte amado. ¡Ámalo tú! y sabrás que si hay calor es porque hubo fuego, y que si tu puedes amar es porque Él te amó primero.

San Agustín

martes, 8 de febrero de 2011

LA PALABRA DEL HOMBRE

"Mi oración, Dios mío, es esta:

Hiere, hiere la raíz de la miseria en mi corazón.
Dame fuerza para llevar ligero
mis alegrías y mis pesares.

Dame fuerza para que mi amor dé frutos útiles.
Dame fuerza para no renegar nunca del pobre,
ni doblar la rodilla al poder del insolente.

Dame fuerza para levantar mi pensamiento
sobre la pequeñez cotidiana.

Dame fuerza, en fin, para rendir mi fuerza
enamorado, a tu voluntad.

(Rabindranath Tagore).

Tagore

Oración - Tagore

Señor:
que yo nunca rece para ser preservado de los peligros,
sino para alzarme ante ellos y
mirarlos cara a cara.

Que no pida la extinción de mi dolor,
sino el coraje que me falta
para sobreponerme a él.

Que no confíe en aliados en la guerra de la vida
sobre el campo de batalla del alma:
que sólo espere de mí.

Que no implore, espantado mi salvación,
que tenga la fe necesaria para conquistarla.

Dame no ser ingrato:
pues a tu misericordia debo mis triunfos.

Y si sucumbo, acude a mí con tu brazo fuerte.
¡Y dame la paz, y dame la guerra!

TAGORE

Famosa leyenda

Famosa leyenda de un crucifijo flamenco.

"Yo soy la luz, y no me miráis.

Yo soy el camino, y no me seguís.

Yo soy la verdad, y no me creéis.

Yo soy la vida, y no me buscáis.

Yo soy el Señor, y no me obedecéis.

Yo soy vuestro Dios, y no me rezáis.

Yo soy vuestro mejor amigo, y no me amáis.

Si sois infelices...

No me culpéis".